Hetaira
Pensar que una geisha es una prostituta sería como decir que un fotografo es alguien que toma fotos.
Un fotógrafo es un artista, su arte consiste en observar belleza capturarla y transmitirla, él ve belleza en donde un ser humano normal no lo haría.
Lo mismo pasa con una geisha, ella hace cosas que una mujer regular no haría. Una geisha es una hetaira japonesa, la hetairas son obras de arte que caminan, son mujeres para ser contempladas.
La magia de Japón está en que ellos han logrado conjugar la rigidez de la disciplina y la suavidad de lo sublime en su expresión cultural, ambas cosas a la vez. Y por esto, amamos su comida, y por esto han logrado recuperarse ágilmente de dos guerras mundiales.
Una geisha debe entonces satisfacer las necesidades del alma, más que las físicas, ellas sirven el té con suavidad, caminan como que si no tocaran el suelo y su compañía da gozo.
Y lo digo, porque muchas mujeres olvidaron como ser hetairas, se domesticaron y se convirtieron en seres domados sin arte, para ser castigadas con maridos infieles, y eso para mí es peor que la prostitución.
Pulchre! Bene! Recte!
Horacio
Horacio
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