Había visitado varios blogs sin comprender muy bien porque alguien dedicaría tanto tiempo a escribir mamadas en internet, sin embargo, últimamente, tengo mucho tiempo libre, y para mí esto es una soberana tragedia, terminas pensando mucho, recordando mucho, imaginando mucho... una verdadera pérdida de tiempo.
Fue entonces, cuando recordé que podía perder mi tiempo bloggeando, tal vez así, podría hacer algo más productivo que sólo pensar en tonterías, quizás en una de estas alguien puede leer y sentirse identificado, o sólo aprender de experiencias ajenas, incluso escribiendo de lo que me ha pasado tal vez aprenda de mí misma, después de todo, nada más sabio que: "hombre conócete a tí mismo".
Por alguna extraña razón siempre había pensado que sabía perfectamente quien era, pero no podía estar más equivocada.
Si hablo con mis amigos, parece que siempre sé que decir, y generalmente siento que tengo todo bajo control, últimamente, ya ni siquiera quiero hablar, pues nada me parece más cómodo que mi propia introversión. He concluído que no quiero hablar para no tener que eventualmente hablar de mí, de lo que pienso o siento, con el pasar de los años me convertí en una experta en disimular, temo que si hablo mucho tendría que dar demasiadas explicaciones.
Para mí el desahogo es un último recurso antes de convertirme en una completa disfuncional, el desahogo es un experimento con una hipotética libertad que sólo da el anonimato, es terapeútico, espero poder ser yo, pero más importante, espero saber quien soy.
